El super tifón Yolanda, que abatió a Filipinas, sobrepasa hoy con creces por el número de víctimas estimadas los que se consideraban los peores desastres naturales en este vulnerable país situado en el llamado anillo de fuego del Océano Pacífico.
A esta calamidad siguieron en gravedad la tormenta tropical Uring, con un saldo de cinco mil 100 pérdidas de vida, en 1991, el tifón Pablo con mil 900, en 2012, y el similar organismo Nitang en 1984 con una cifra algo inferior.
En los registros de los 10 fenómenos naturales de mayor magnitud registrados aparecen también la erupción de los volcanes Taal y Mayo, el colapso de laderas de montañas y recurrentes tormentas en distintas fechas y en cada caso con un número de muertes nunca inferiores a mil.
Cada año intensas temporadas de lluvias, entradas de mar, inundaciones y deslaves causan estragos en poblaciones costeras, islas del archipiélago y hasta en la capital Manila, donde predominan las viviendas insuficientemente resistentes a tales embates.
El paso de Yolanda o Hayen por Filipinas y sus estimadas 10 mil víctimas fatales y destrucciones puso un punto de inflexión en la vulnerabilidad de este país pobre del Sudeste Asiático.
Vía: Prensa Latina